Este fin de semana he echo mi primer viaje largo (aprox. 1h), sin incidentes. Tengo el presentimiento de que voy a ser un hámster viajero. Hámster viajero... Sí, no suena nada mal.
La verdad es que he tenido unos días bastante moviditos (Aunque sigo pasando una ingente cantidad de tiempo dentro de mi bunker, en compañía de mi deliciosa comida). He probado la manzana (hmmm... ¡rica!) y he probado la zanahoria (mmm... ¡No tan rica!), he admitido mi adicción al material que comparte mi nombre (algodón) y estoy intentando disminuir la cantidad de él que necesito para vivir (aunque nunca lo dejaré del todo, ¡Juajajaja!), y he conquistado nuevos terrenos; Jaulas hamsteriles con suelos de cristal, bastante resbaladizos, por cierto... ¡Y eso no gusta!. Aunque sospecho que me metieron allí solo para limpiar mi paraíso rosa.
También he atravesado, a pesar de mi corta edad, un complicado laberinto de películas VHS (la mayor parte de ellas Disney), y... ¡Eureka! ¡Conseguí salir con éxito! Aquí dejo un pequeño testimonio gráfico de que no miento:
Y por último... Quiero dejar constancia de, tal como lleva el título de la entrada, la GRAN TRAICIÓN. Sí. Creéis que no me he dado cuenta, pero... ¡Sé que he convivido con gatos este fin de semana! ¡Lo sé! ¡LO SÉ! Los he olido. Los he sentido. Mi instinto roedor me gritaba... ¡Peligro, peligro! Ha estado muy feo ocultarlo. Estas cosas se cuentan. Debisteis informarme adecuadamente. Estoy muy indignado. Os estaré vigilando.
Esto es todo por hoy. Espero que vosotros hayáis tenido un fin de semana tan agitado como el mío. Por último, os haré una confesión:
Sí, es cierto, Eva, tienes razón... ¡Me hago pis en la rueda!
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